domingo, 14 de junio de 2015

12 de junio: La partida

A veces, para empezar a crecer hay que empezar a despedirse. Eso ocurre un poco con los viajes de fin de curso, que ayudan a cerrar etapas y abrir otras nuevas. En este viaje de cuarto, quienes han llegado para quedarse encontrarán su sitio, quienes deben marcharse podrán despedirse, y quienes se quedan empezarán a sentirse un poco más mayores. Todos aprenderán a conocerse un poco mejor y se descubrirán amigos, se perderán miedos...


El viernes a las siete y media de la mañana estábamos subiendo al autocar para empezar el viaje. Hicimos mini grupos; tuvimos las rutinarias retenciones madrileñas, que el conductor esquivó con habilidad; los nervios de que no cabíamos todos en el avión; las dudas por si la huelga nos dejaría en tierra unas horas o no...
Al final, corriendo escaleras abajo llegamos justitos al embarque y, sentados en el avión, respiramos. Unas horas después llegábamos a Atenas. 

Tiempo para ocupar las habitaciones, bañarse en la piscina, cenar, ponerse guapos y hacer un recorrido nocturno para visitar la Academia, la Biblioteca Nacional, El Parlamento y su cambio de guardia... Al final, un ratito libre para disfrutar de la plaza de Sintagma y el barrio de Plaka con sus tiendecitas, sus músicas callejras, bailarines, artesanos y un largo etcétera de atracciones. 




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