La siguiente parada la hicimos en la plaza de Monastiraki y el Mercado Romano, donde contemplamos una pequeña y bonita iglesia bizantina. Finalizamos el recorrido a los pies del Ágora. Una vez dentro, el objetivo era admirar y recopilar información sobre la Stoa de Átalo y el Hefesteion. Subimos hacia la Torre de los Vientos y allí nos tomamos un merecido descanso para refrescarnos y comer. Muchos probaron por primera vez el "gyro", una comida típica similar al Kebab que compañeros que hicieron el mismo viaje al año pasado les habían recomendado muchísimo.
La subida fue dura pero nos ofreció las primeras vistas gr la extensa cuidad de Atenas. Tras rodear la Acrópolis, entramos en el Museo para poder apreciar la belleza de las esculturas y relieves que en su momento adornaron el Partenón. Desde la última planta pudimos admirar una moderna reproducción del templo con sus relieves originales con la ciudad antigua al fondo, sobre la montaña.
La última etapa del recorrido la hicimos por el interior del recinto amurallado de la Acrópolis. Pudimos disfrutar de la belleza del Panteón (eso sí, en eternas obras de reconstrucción), el templo de Atenea Niké y el Erecteion. Como la visita la hicimos ya después de la seis de la tarde, disfrutamos de una luz magnífica y unas impresionantes vistas de la capital de Grecia. Al final, agotados, tomamos el metro para volver al hotel, donde cenamos y nos preparamos para el primer día de tour por el Peloponeso.
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